Una opinión desde el otro lado.
Ya estamos a vueltas con la independencia, sacando leyes a troche y
moche pretendiendo remediar la pobreza energética, reducir las
desigualdades sociales y económicas o incluso ayudar a salvar el
planeta de la contaminación. Lo peor de todo es que estos catalanes,
encima, pretenden hacerlo mediante las urnas y el voto de las
personas. No pueden someterse a la arbitrariedad de la ley, no, sino
que su arrogancia les lleva a pedir el voto a la gente para hacer
cumplir el mandato originado por las urnas. Indudablemente estamos
ante un atropello a los sacrosantos valores del imperio de la
arbitrariedad y la superioridad de la ley sobre el pueblo.
Al final estos catalanes lo que van a conseguir es que sus
representantes elegidos democráticamente consigan que la ciudadanía
pueda votar libremente cómo prefieren guiar su futuro, en vez de
someterse al poder de las oligarquías políticoeconómicas
centralistas. Aún conseguirán incluso instaurar una auténtica
república donde la ciudadanía participe del poder y encima
aprovecharán para favorecer un cambio social que ayude a los
desfavorecidos y a los marginados. Un estado que no torture a los
animales ni maltrate a las personas y que no desprecie al ciudadano
de a pie.
¡ Estos catalanes van a acabar con España!
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